Ya van tres los viernes que venimos asistiendo a la santa Misa y oración por nuestro Padre Jesús de la Expiración, estamos en el ecuador de tus siete viernes, y nuestro corazón comienza a sentir poco a poco tu partida.
Pero hasta la llegada de ese día te damos gracias Señor por acompañarte y fortalecernos interiormente en la tarde de los viernes, acogiendo nuestras peticiones y oraciones con los brazos abiertos.