Quinto
viernes de Pascua, Señor, como tú hablaste a tus amigos, soy yo quien os ha
elegido, gracias por haberme elegido también a mí para acompañarte hoy
participando en la Misa que hacemos en tu honor. Espero que seamos muchos los
que te acompañemos en ese rato de oración. Tú que distes la vida por mí, qué menos puedo hacer, que
estar presente en tu eucaristía.